Estas últimas semanas hemos presenciado cómo se viralizaba la noticia de que varios videos de YouTube Kids habrían sido alterados por un personaje mal intencionado, llamado Momo, que invitaba a niños y niñas a realizar diversos desafíos nocivos para sí mismos o sus cercanos, bajo amenaza de dañar a su familia si fallaban en cumplir con sus peticiones.
La noticia se esparció rápidamente por redes sociales y luego varios medios de comunicación nacionales e internacionales hicieron eco, llegando incluso a emitirse una alerta desde la policía en varios estados de Estados Unidos.
¿Pero, qué hay de cierto en la noticia? Al parecer no mucho, al menos no respecto del canal por el que se habría propagado el desafío de Momo. Varios medios de comunicación de EEUU replicaron un comunicado de Youtube en que éste indicaba que este tipo de contenido está en directa contradicción con su política de uso y que habría sido eliminado inmediatamente. Más aún, no han recibido ni encontrado ningún link a un video actualmente posteado en youtube kids que contenga las inquietantes imágenes.
Por el contrario, los videos se esparcieron mayoritariamente por whatsapp y otras redes sociales, en las que se compartieron sin mayor cuestionamiento respecto de su veracidad, en medio del frenesí provocado. Esto nos lleva a nuestra primera reflexión: no hay que creer todo lo que se lee en línea. Es necesario pausar antes de hacer clic en compartir y tomarse el tiempo de indagar respecto de la veracidad de la noticia que queremos divulgar. De lo contrario, nos transformamos en propagadores de noticias falsas y contribuimos, aun sin quererlo, a desinformar y desviar la atención.
Lo segundo y más importante que podemos aprender de esta experiencia, es que si bien esta resultó ser una falsa alarma, existe una gran cantidad de riesgos en internet que sí constituyen una real amenaza para los niños y adolescentes y que, muchas veces, estos no son motivo de cobertura por parte de los medios, ni de histeria compartida a través de las redes sociales. Son, por lo mismo, incluso más peligrosos que Momo.
Por supuesto es fundamental proteger a los niños de las amenazas que van surgiendo, pero no hay que descuidar la atención del desafío realmente importante y permanente: enseñar a los niños a utilizar la tecnología de forma segura y en pro de su bienestar y el de los demás. Esto implica asegurar que conozcan cuáles son buenas prácticas en internet y cuáles no y, asegurar también, que los adultos responsables siempre dejan la puerta abierta para la conversación y son inquisitivos respecto de lo que los niños hacen en el mundo digital, pues esto también es parte de la responsabilidad de educar, una responsabilidad cada día más importante.
¿Qué pueden hacer los padres en términos prácticos? Pueden, por ejemplo, aprender a configurar las herramientas de reproducción de videos hasta que ésta coincida con lo que quieren y sienten más seguro para sus hijos, lo que realmente no resulta tan difícil. Aquí es posible encontrar una guía de ayuda para el reproductor de uso más extendido, youtube kids: https://support.google.com/youtubekids/
Además de youtube, existen alternativas que pueden resultar interesantes: https://www.commonsensemedia.org/lists/youtube-alternatives El listado ha sido revisado y clasificado por common sense, fundación Estadounidense dedicada a informar a padres y docentes respecto de la adecuación del contenido de medios, recursos digitales, películas y videojuegos, para determinadas edades. De este modo, los padres pueden decidir habiéndose informado del contenido al que tienen acceso sus hijos.
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